lunes, 4 de julio de 2016

LOS CRISTIANOS CELEBRAN...PAELLA EN SANTA MÓNICA-19-06-2016



LA CASA DE DIOS…
(Parroquia Santa Mónica. Rivasvaciamadrid- 19-06-2016)
En la casa anunciada que se viste de gala con flor de naranjo, el beneplácito muro sonríe; tiene forma de barco y su forja oxidada alimenta el exterior cual Arca de Noé bendecida por un viento celeste escondido por un sol de mediodía.
No son las bodas de Canaán,  ni el agua se convierte en vino pero es meritorio decir que dos sendas paellas, aderezadas con gracia divina, se reparten entre los comensales que la Asociación Cultural Duns Escoto ha preparado con dedicación.
Carmen y Piedad, dos perlas bien conservadas, con sus perfumadas manos hacen el milagro; qué delicia…El paladar es una degustación, un recreo. El ser humano es consciente de la gratitud del Padre que permite en este día el hallazgo y la “verdad”.
La alegría se divierte; algunas ausencias se extrañan; cada cual de los presentes hermanado está a la higuera y al olivo que reclina con su paz el trino del dulce jilguero.
(Hay mundos desesperados, gigantes que apadrinan el mal, somos conscientes… - oramos por todos ellos-) .
“Dichoso aquel que aprende a discernir y entra por la puerta estrecha”(Mateo 7;13)
Los pequeños, los adolescentes, los de mediana edad, los mayores, todos, al unísono, nos cedemos la palabra; “diseñamos interiores” y escuchamos las notas más altas que pronuncian nuestras almas.
Con el Pastor de esta Iglesía, Santa Mónica declama, y en alfombras ensambladas de sedas y terciopelos los ángeles nos aguardan.
Qué programa más concluso, afirma Cristo, cuando por  todas las mesas los anhelos se acompasan y hablando de los dones recibidos nuestras sonrisas se enlazan.
Quedamos ligados a unas sillas donde el descanso, la sobremesa acentúa un veredicto de fulgurante entrega.
Despedimos a Jesús y recogemos las sobras. El silencio se aproxima, ¡despierta! le apercibimos… La llegada de María –bienaventurada ella- inunda los corazones con su gran manto de estrellas, y en el colorido abyecto a su bella melodía , bailamos en este campo entre lirios, yerberas, violetas…
En algún lugar más triste, ni muy cerca ni muy lejos,  las amapolas lloran.

(Laura Olalla)









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