La Voz y el Arpa
sumidos en sonoro canto…
El silencio confirma la verdad
que el espacio dedica a la obra del Greco.
Unos dedos sapientes nos recrean
el espíritu en este bello
lugar, un Enebral de lujo.
El albor de la noche se reclina en los ojos.
(Autora: Laura Olalla. D. R. )
Magnolias brotan de los árboles
en el jardín de Maria Rosa;
blancas como palomas
parecen esperar a las estrellas;
su aroma tímida
enhebra el corazón de los presentes.
(Autora: Laura Olalla. D.R.)
(Autora: Laura Olalla. D.R.)
Tras la cena,
la contraseña
del
abordaje nos repuebla
entre sus
manos cristalinas.
Nos hospeda la gratitud del arte
ofertado con ritmo:
Guitarra, cante, baile…
el glamur de sus pasos
nos aloja definitivamente.
Y antes de darnos cuenta,
amanecidos ya de “roble y seda”,
la liana verde,
la que ostenta callados
en la fragua del Hacedor, se erige
en pregunta:
¿Ensueño?, ¿realidad?, ¿antojo del destino?
La respuesta se esconde en nuestras almas.
(Autora: Laura Olalla. D. R.)