domingo, 27 de enero de 2013

Exposición Pictórica de ALAXE en Madrid

 
 
Conocí a ALAXE, a través de la Editorial Cardeñoso, tras la participación conjunta de la  Antología –Sembrando ilusiones 4–, en abril de 2012. Desde entonces hemos coincidido en diferentes eventos artístico literarios. La empatía, que es dueña de la generosidad, hizo que estuviera presente en la presentación de su libro Recuerdos con Nostalgia, en la Casa de Zamora. Algún tiempo después, me pidió afectuosamente, presentar el mismo libro en otro lugar, con la consiguiente paráfrasis para el mismo, a lo que acepté encantada. No hace mucho ha tenido el bonito gesto de invitarme a esta exposición suya; cosa que agradezco y que con mucho gusto voy  a ofrecerles a todos ustedes mi sincera opinión de lo que sus ojos pueden hoy ver, observar, contemplar y soñar.
Este extraordinario Artista, dejando aparte la bondad de su corazón, es un ser que camina al borde de lo real y lo utópico. Sus diferentes facetas estilísticas dentro de lo naíf, que es siempre figurativo (Hichs Edward, López Cándido, Rousseau Henri, Grandma Moses...), el surrealismo (Dalí, Marc Chagal, Óscar Domínguez…), e inclusive dentro del Impresionismo tardío (Monet, Tintoretto…), hacen de él una figura de relieve expectante...
Tras una extensa lista de Exposiciones individuales desde 1988, siendo las últimas en Abril de 2011 y en Enero de 2012, hoy lo tenemos de nuevo con nosotros en este Centro Cultural de las Artes -habitáculo propicio para labores que recrean el espíritu-, con su eterno homenaje a la Mujer. Vidrieras con sabor a mitologías griegas (Eurídice enamorada a la llegada  de Orfeo, Baco, Epopeya de Ulises, Penélope en el mar, Elena de Ítaca, Medea, Medea esperando a Jasón…); clásicas (Isadora Duncan – figura real–, Adán y Eva, Edén…) y orientales (Nefertiti, Sigrid de Thule -la Princesa Turca–, Sirimaro Bandaranaike…);  en donde la placidez de ese estilo personalísimo, que comienza en la existencia, nos adentra en un paralelismo de mundos repletos de sensibilidad, anteponiendo la delicadeza del amor a la verdad oscura de una realidad hiriente, poblada de injusticia y desigualdad social.
Son casi 50 obras las que el Pintor nos deja a nuestro libre albedrío, a la sugerencia de nuestra propia subjetividad. Porque al igual que la Poesía y la Música, la Pintura se asienta en el vergel de la ilusión, el estímulo y la práctica de los sentimientos.
La mujer, racimo florido, cuyo perfume ostenta el olfato de este Artista, Escritor y poeta, le ofrece cauces para dibujar océanos de belleza, de ensoñación anímica que deja salir de su urbe cósmica; de lecturas y exigencias personales, ya sean mitológicas o reales; lo onírico abre una linde más por donde el autor deja caminar al espectador que busca sensaciones que le atrapen en la logística creadora y cómplice, de su propio universo personal.
Y como el Arte es como una gran casa donde pueden llenarse de amor y esperanza todas las habitaciones, y en homenaje a este gran Hombre, Artista  rico en matices y expresividad,  amigo de luz, que no de sombras ,y la obra de un Artista nunca se acaba, permítanme ofrecerles un breve poema de mi autoría, Yo soy como una casa. Para él y para todos ustedes, con mi gratitud por sus presencias. ¡Bienvenidos a esta LIBERTAD PICTÓRICA   que nos regala Alaxe!
 
Laura Olalla Olwid
En Madrid a 14 de enero de 2013
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 


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